Recuerdo aquel
momento caliente;
pienso en la
dulce mano que posaba con calma el cuenco de leche en la mesa blanca.
Oigo el maullido
que alerta tras la ventana:
en la copa del
árbol, las hojas se estremecen con el ala roja de la bala.
Miro, y sólo
quiero ver el reflejo blanco de tus ojos en la leche derramada.
Victoria Gimeno Pascual
Hermosura concentrada como el buen perfume :-)
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